Mezclamos el vino y las palabras
Hasta que el sol apagó a la luna,
Fue entonces cuando las miradas
Resplandecieron y fueron una.
Fueron una nuestras bocas,
Fueron una nuestras almas,
La sensatez sé volvió loca
Y la cordura perdió la calma.
Dejamos aparcados los temores,
Dejamos que hablara el corazón,
Los besos provocaron temblores
Y la piel entró en erupción.
Fuimos un sólo sentimiento,
Logramos detener nuestro reloj,
Y ya no hubo espacio ni tiempo,
Y ya nunca más fuimos dos.
PCF (05-Feb-2019)
Ser uno a pesar de todo. Hermosa meta-fora.
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Gracias, Tin, un placer tenerte por aquí. Me alegra que te guste.
Un saludo.
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